Ya que las varillas de incienso que colocarás en el incensario desprenden mucho humo, tendrás que quemarlas en una habitación bien ventilada. Sin embargo, al mismo tiempo debes alejarlas de las ventanas o puertas abiertas, donde hay mucha corriente de aire, ya que esto podría apagarlos. Asegúrate de que no haya nada inflamable, como cortinas o sábanas, cerca del incienso. Además, asegúrate de que no haya niños expuestos al humo, ya que éstos son más vulnerables.